Julián Ríos
Narrador, ensayista y crítico de arte, Julián Ríos (Vigo, 1941) vive desde hace treinta años en Francia, cerca de París. Coautor con Octavio Paz de Solo a dos voces (1973) y de Teatro de signos (1974), desde esas fechas trabaja en el ciclo de Larva, de novelas autónomas y comunicantes, en el que confluyen además libros de relatos y de crítica-ficción.
La publicación en España del primer volumen, Larva. Babel de una noche de San Juan (1983), supuso un acontecimiento cultural saludado por grandes escritores de diversos países y por la crítica hispana e internacional. Reediciones y traducciones de Larva, y de nuevos títulos del ciclo como Poundemónium (1985, aumentado en 1989), La vida sexual de las palabras (1991), Sombreros para Alicia (1993), Álbum de Babel (1995), Amores que atan (1995), Monstruario (1999), Nuevos sombreros para Alicia (2001), Puente de Alma (2009), o los ensayos Casa Ulises (2003), Quijote e hijos (2008) y la antología Larva y otras noches de Babel (2008), ampliaron la escritura plural de Ríos, tan innovadora como precisa, de grandes recursos expresivos, y lo convirtieron en uno de los escritores más originales de Europa.
Su interés por el arte y su complicidad creativa con algunos pintores contemporáneos se refleja en los libros Impresiones de Kitaj. La novela pintada (1989), Kitaj: Pictures and Conversations (1994), Las tentaciones de Antonio Saura (1991), Portraits d'Antonio Saura (1998), y en Ulises ilustrado (1992) en el que, además de escribir el texto, colaboró gráficamente con Eduardo Arroyo en ilustrar el Ulises de Joyce para una edición en gran formato del Círculo de Lectores.
Su primera novela, Cortejo de sombras, escrita entre 1966 y 1968, permaneció inédita por decisión del autor hasta 2007. Traducida a diversos idiomas, recibió en 2013 el Pushcart Prize en Estados Unidos. La traducción francesa de su novela Puente de Alma recibió en Francia el Prix Laure-Bataillon 2010, otorgado por un doble jurado de críticos y traductores, al mejor libro y mejor traducción del año, que el autor compartió con sus traductores Albert Bensoussan y Geneviève Duchêne.
Fotografía de Amaya Aznar.