En recuerdo de Josep Soler i Sardà (1935-2022)
Despedimos a nuestro querido amigo y maestro Josep Soler i Sardà recordando nuestras colaboraciones y con una antología de los textos que publicó en nuestra editorial.
Este poema se incluyó en su libro en el árbol del dios doliente:
Miedo.
Horrible es encontrar las Hermanas Fatídicas y sus predicaciones, pero aún es más terrible encontrar nada.
El vacío, el silencio de un vacío que parece gritar más —las voces del silencio— que todos sus intentos, incesantes, para llenar este vacío que tanto nos asusta.
Pero el diálogo con las Hermanas, (siempre y nunca cesan de realizar su obra sin nombre) este diálogo puede ser parecido a una especie de liberación: establece en su horror y relación, de voces, gestos, miradas silenciosas que dicen lo que no debe ser dicho con palabras… Una relación de opiniones que pueden ser fatídicas, y los son, pero también son alguna otra cosa quizá aún más horrible, por lo que sugiere y, también, por el silencio, oscuro de voces, vacío de imágenes, que lo acompaña y en él se deposita y descansa.
Pero lo terrible es no poder dialogar (con las Hermanas o con aquellas sombras que deben mantenerlas, solicitarlas y aún agradecerles sus trabajos, sus ardientes y enormes ollas donde hierven los deseos humanos y las ansias, imposibles de recuperar o consumar, de aquellos que, también, se llaman humanos (…): el silencio —no de la serena o resignada contemplación ante un final o un determinado «destruir» que por dentro de nosotros se abre paso y se corroe a sí mismo— sino el silencio que es y se agita frente a nuestros ojos, ciegos por los sonidos de las luces que, coloreadas por la desesperación, solo aciertan a ver aún más oscuridad… Y por el silencio, con bermejas resonancias, de las preguntas que nunca nos son contestadas, silencio de la espera y espera que, creemos, será determinante y es solo —para nosotros— el esfuerzo, nunca saciado, de más preguntas y preguntas sin sonido posible…
Vivir —y morir— es no recibir nunca respuesta alguna: a veces, ni tan solo silencio, ni tan solo algo que pudiera parecer el gruñido de lo que no es…
¿Y si fuese el «gemido indecible» del «es»…?
26/27/VII de 2011
Para leer el homenaje de Libros del Innombrable al maestro Soler:
https://librosdelinnombrable.blogspot.com/2022/10/en-recuerdo-de-josep-soler-i-sarda-1935.html